Medicamentos: Distorsión de precios
El informe evalúa el aumento de los precios de los medicamentos de venta al público (PVP) en el actual contexto donde la administración nacional, alertada por los aumentos, trata de tomar medidas de contención como el congelamiento de precios. Esta medida transitoria, a pesar de las buenas intenciones, no resuelve el panorama, porque no puede mantenerse a lo largo del tiempo.
LA INFLACIÓN DEL MES DE OCTUBRE
El relevamiento y seguimiento de precios resultó en un incremento mensual del 3.64%. Para llegar a esa cifra se evaluaron 73 medicamentos de dispensa bajo receta y de alto consumo. En la realización del informe se utilizó los datos de los precios de venta al público (PVP) publicados en el Manual Farmacéutico.
En los primeros 10 meses del año varios de los medicamentos más consumidos han aumentado más del 40%.
El incremento de los precios alertan a los administradores, pero el precio es consecuencia de una serie de atributos, que esconden un problema complejo. Y cuando nos adentramos en el análisis de los precios encontramos distorsiones difíciles de explicar.
¿CUÁLES SON LAS DISTORSIONES?
A continuación enumeramos algunas de las distorsiones de precios:
1) Diferente dosis mismo precio: Uno podría pensar que la droga es el insumo más caro que tiene una "cajita de remedios". Sin embargo, hay muchísimos ejemplos en el mercado donde el precio de dos presentaciones de distinta dosis es el mismo. Ejemplo: Olumiant® de 2mg x 28 comp cuesta $184100. El Olumiant® de 4mg x 28 comp cuesta $184100. O uno lo regalan o con el otro se abusan.
2) Se caen las patentes pero los precios aumentan: El imatinib fue una droga revolucionaria en el ámbito de la salud comercializada bajo el nombre de Glivec®. Tenía un precio altísimo en el mercado farmacéutico mundial, justificado por la patente y por el valor que le aportaba a la salud de los pacientes. La patente se cayó, hoy hay más de 15 marcas en el mercado, pero el producto no paró de aumentar con el correr de los años.
3) Hay muchos genéricos pero los precios aumentan: El ibuprofeno o el diclofenac son de las drogas con más genéricos en el mercado. Sin embargo sus precios no dejan de aumentar.
4) El genérico es igual de caro que la patente original: GSK es el inventor de los comprimidos de levotiroxina, su producto Levotiroxina GSK® de 100mcg x 50 comp tiene un precio de $1410.99, y el producto de Elea, Euthyrox® $2043.12
5) El medicamento cae en las ventas pero igual aumenta su precio: A contramano de las leyes del mercado, aunque un medicamento pierda participación por la entrada de un competidor, igual incrementa su precio. Podemos volver a nombrar al Glivec®, al que le aparecieron drogas que compiten con su mecanismo de acción, y los aumentos fueron desproporcionados en los últimos años. O la simvastatina, que dejó de ser la terapia de elección contra el colesterol, pero sigue aumentando en la misma proporción que sus drogas competidoras rosuvastatina y atorvastatina.
6) Los medicamentos aumentan todos los meses: La mayoría de los laboratorios aumentan todos los meses, aunque el dólar esté quieto, la energía se subsidie, la nafta salga igual que el mes pasado, o todavía no se haya firmado la paritaria. Parece obligatorio aumentar todos los meses. En octubre, laboratorios internacionales como Novartis y Pfizer aumentaron dos veces el precio de sus medicamentos. Es decir, se anticiparon al congelamiento.
El modelo actual de fijación de precios de los medicamentos está basado en el monopolio que crean las patentes y la exclusividad de las compañías farmacéuticas en imponer sus precios, lo que hace que millones de personas no puedan acceder a los medicamentos que necesitan pero, al mismo tiempo, otras millones de personas reciben medicamentos que no necesitan y hasta le provocan efectos indeseados que deben controlar con otros medicamentos. Esto es lo que hay que modificar.
Como explica el farmacéutico Rubén Sajem, presidente del CEPROFAR, algunas de las medidas que deben tomarse para el control de los precios no están relacionadas al congelamiento:
La inflación de los medicamentos aleja cada vez más el acceso. En un informe previo (ver link) demostramos que la perdida del poder adquisitivo de los ingresos argentinos es alarmante cuando se lo relaciona a los precios de los medicamentos. Desde el año 2016 comienza la caída y a partir del 2018 este descenso del poder adquisitivo de medicamentos tuvo una pendiente que asusta. En sólo 4 años la capacidad de compra del salario mínimo vital y móvil (SMVM) disminuyó de 48 unidades de medicamentos que podía adquirir a 29 unidades. En el comienzo del año 2020 continúa la tendencia negativa aunque luego la pendiente se suaviza, con una interrupción del descenso durante el primer semestre del 2021.
Hay además casos especiales, como el llamativo aumento de los anticonceptivos orales durante la pandemia (Ricchione - Tobar) publicado en chequeado donde se demuestra que durante la pandemia estos medicamentos han tenido un amento del 93%.
Es indudable que ante las distorsiones enunciadas, hace falta la intervención del Estado para garantizar el acceso a los medicamentos, pero la complejidad del tema requiere creatividad para contener los precios, y no repetir fórmulas a los que los laboratorios están acostumbrados a gambetear.
Elaboración propia con datos extraídos de:
Manual Farmacéutico
Observatorio de Salud, Medicamentos y Sociedad - COFA.
Declaraciones de R. Sajem en Crónica TV. Centro de Profefsonales Farmacéuticos (CEPROFAR)
Precios de medicamentos-2021 (LINK)
Ricchione D., Tobar F. Los anticonceptivos aumentaron 93% durante la pandemia, por arriba de la inflación y de los medicamentos. (LINK)
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